Amamantar al bebé aumenta su coeficiente intelectual

Los niños que fueron amamantados cuando eran bebés demostraron tener mejores resultados en las pruebas de inteligencia que los niños alimentados con leche de fórmula. Además aquellos bebés que son amamantados durante un tiempo más largo obtienen una diferencia mayor todavía en su coeficiente intelectual, según un estudio de la Universidad de Harvard que ha sido publicado hoy en la revista JAMA Pediatrics.

Este estudio se suma a otros muchos que parecen apoyar que la alimentación ideal para el mejor desarrollo de los bebés es la leche materna. Hasta ahora, los estudios parecían sugerir que cuando un bebé es amamantado su desarrollo cognitivo, es decir, su aprendizaje es más rápido, pero nunca se había planteado la posibilidad de que esto hiciera también más inteligente al niño.

Los investigadores analizaron los casos de 1312 mujeres embarazadas que se habían inscrito en un estudio anterior realizado entre el año 1999 y 2002. Este estudio se llamaba Proyecto Viva y se realizó en Massachussetts con el objetivo de examinar los embarazos y la salud de los bebés.

Los investigadores de Harvard al analizar los datos descubrieron que los niños de ese estudio que habían sido amamantados durante el primer año, ganaron un tercio de punto de su coeficiente intelectual verbal por cada mes de lactancia materna, en comparación con los niños que nunca habían sido amamantados y habían sido alimentados con leches de fórmula o artificiales. Esto significa que si la madre amamantó a su hijo durante 12 meses, el niño habría ganado 4,2 puntos en su coeficiente intelectual.

La asociación entre la inteligencia y la lactancia materna fué más evidente cuando los investigadores comprobaron los datos de los niños que sólo y exclusivamente habían sido alimentados con leche materna (sin ningún otro alimento artificial) durante los primeros seis meses. En estos casos, los niños aumentaron su coeficiente intelectual verbal en tres cuartas partes de punto por cada mes, lo cual significa una ganancia de 4.8 puntos durante los primeros 6 meses de vida, con respecto a otros niños.

Los resultados también fueron similares pero de menor magnitud cuando analizaron el coecifiente intelectual no verbal.

«A cualquiera le gustaría ganar 3 o 4 puntos de coeficiente intelectual en unos meses», dicen los investigadores. Es un cambio muy importante, sería increíble si esta ganancia intelectual se produjera en todo el mundo. El coeficiente intelectual promedio es de 100, y el 67% de las personas tienen puntuaciones entre 85 y 115 puntos.

Los estudios anteriores habían hallado evidencias de que la lactancia materna reducía las infecciones de oído, el eczema y las diarreas en los bebés, pero nunca nadie había sugerido una asociación con el coeficiente intelectual. El estudio de Harvard, no tomó en cuenta variables como la inteligencia de la madre, el nivel de educación, depresiones postparto, el nivel económico, la raza, etnia, sexo o peso del bebé al nacer, para concentrarse únicamente en «lactancia materna sí o no».

Como resultado los investigadores creen que han conseguido una estimación razonable de cuál es la relación entre la lactancia materna, su duración, y el coeficiente intelectual de los niños. Esto demuestra que alimentar a los niños exclusivamente con leche materna es muy importante para el desarrollo cerebral de los bebés. Y no es que se obtenga una ventaja temporal o puntual, sino que es una mejoría intelectual que parece persistir en el tiempo.

Los científicos están sorprendidos porque no saben con certeza las causas de que la leche materna pueda aumentar el coeficiente intelectual. Todos los nutrientes que creían importantes de la leche están también las leches formuladas que se venden en los comercios y farmacias. Por el momento no se conocen los componentes que están en la leche materna y que serían responsables de esta mejora intelectual.

Los ácidos grasos que se encuentran en la leche materna se integran en las leches con fórmula, pero en la composición de la leche materna existen unos carbohidratos llamados oligosacáridos que se piensa pueden ser beneficiosos para la salud de los bebés, pero que no se incluyen en ninguna leche formulada. Normalmente las leches formuladas parten de leche de vaca a la cual se le agregan componentes que los científicos creen beneficiosos y que se encuentran en la leche materna. No se saben todavía con certeza todos los beneficios de la leche materna.

madre-amamantando-a-su-hijo-amamantarPero muchos expertos creen que es muy difícil que la leche de vaca pueda sustituir a la leche materna, ya que en ella no se encuentran todas las grasas, proteínas y células vivas que contiene la leche materna y que sí ingieren los bebés cuando son amamantados. Todavía estamos empezando a conocer para qué sirven los componentes de la leche materna y cómo pueden funcionar en conjunto.

Los resultados del estudio apoyan las recomendaciones de que es más beneficioso amamantar al bebé que alimentarlo con leches de fórmula. Además sugiere que es importantísimo alimentar al bebé sólo con leche materna durante por lo menos, los primeros 6 meses de vida, sin utilizar ningún otro alimento o líquido, a menos que sea por necesidad médica, recetados por un médico. Además el estudio sugiere que los bebés deberían poder ser amamantados durante un año, y a partir de ahí, seguir haciéndolo durante el tiempo que la madre y el bebé deseen.

Si los datos de futuros estudios confirman estos resultados de que ser amamantado crea un beneficio intelectual en el bebé, los investigadores creen que se debería crear un ambiente social adecuado para que las mujeres tuvieran libertad de amamantar a sus hijos durante el mayor tiempo posible sin que esta actividad sea mal vista.

 

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